Curiosidad tenía este año por ver a la UDL. La verdad es que a pesar de tener la opción de verles por la plataforma que pago religiosamente este año está habiendo muchas coincidencias de horario y alguna que otra vez me ha sido imposible. Así que cuando salió el sorteo y supe que en fin de semana jugaban a 20 minutos de casa...
Aguilá fue la alternativa cercana y seguramente barata cuando se hizo imposible la continuidad de Mere. Supongo que llegó muy tarde y que pronto se dió cuenta de la realidad, así que tras la valentía en los intentos, pasó al pragmatismo y ahora está en el pánico a la destitución. El problema es que no sabe aprovechar lo que tiene para desequilibrar. No se lo ponen fácil (la gente no cree en él, la planificación deportiva es tardía y deficiente y la plantilla es corta y deja dudas en cuanto a potencial) pero ciertamente no se observa ningún toque personal.
El partido de ayer y sobre todo la primera parte es un magnífico ejemplo. Un equipo atemorizado, encorsetado sin ninguna imaginación, con el pase horizontal entre los cuatro defensas como única herramienta, con algún balón elevado cruzado al área como instrumento ofensivo y con algún intento de Doncel por la banda izquierda para desequilibrar al equipo local.
Eso sí, sin ninguna firmeza ni seguridad atrás. Desde muy pronto se vió a los cuatro defensas agarrando a los atacantes locales en cualquier atisbo de peligro. Muy fácil lo tuvo el Navalcarnero con este miedo colectivo cuando se decidió a salir de la cueva. Los errores en los pases atrás no tardaron en llegar. Crettaz y el palo tuvieron trabajo extra. La Copa cumplió su función y el supuestamente pequeño tenía su margen.
La segunda parte, quizá por la entrada de Schutte (probablemente el único jugador que no se deja llevar por los complejos y los miedos) mostró un poco más de salida y agilidad. No hubo grandes ocasiones, pero mostró un camino, por lo menos distinto al de la primera parte. Pero el Navalcarnero había visto la hemorragia y su oportunidad. Marcó su gol y tuvo ocasiones para meter el segundo. Tocaba con criterio y rapidez, algo que la UDL honestamente veía pasar con resignación.
Con el paso de los minutos no parecía cambiar nada. No había soluciones académicas ni ortodoxas. No parecen estar preparadas. Sólo valía la irreflexión, la irresponsabilidad... de perdidos al río. La cosa estaba perdida. Y con ella puede haber suerte. No creo que nadie de los que sufrimos la tormenta y el posterior frío húmedo pueda defender otra cosa.
Clau Mendes, Sergi, Iñaki y Boniquet junto a Schutte no hicieron un partidazo pero rompieron el corsé. La fórmula no vale para plantear un partido serio de liga pero anoche podía valer, no había otra alternativa, y casi al final del partido y al inicio de la prórroga bastó.
Conclusiones: Si es cierto que en la UDL tienen una decisión o al menos un debate abierto sobre Aguilá (en los despachos, me temo que nadie en la grada debate sobre esto) el partido de ayer no vale de nada aunque se hubiera perdido. Y menos con la resolución heroica que se encontró finalmente.
Desde los tiempos plomíferos de Gil devorando entrenadores cada cuatro partidos no he sido ni mucho menos favorable a la destitución. Aguilá me cae bien y le estoy agradecido, pero le veo incapaz de eliminar sus miedos y sacar el 110% de lo que tiene. También digo que no hay milagros y que será difícil que venga un entrenador de campanillas, pero sólo pueden mejorar. ¿Empeorar? En cuanto a juego es difícil.
Un abrazo del Abu
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