Hace ya tiempo que no escribo sobre el equipo masculino. Ellos son fieles al partido a partido (yo no) y eluden el favoritismo. Hay quien dice que eluden la responsabilidad por si al final se fracasa. Me temo que no entienden que este equipo ya no puede fracasar. El criticado año de transición sigue dando sus frutos.
Salvo el infame partido de Valdebebas (ese que ha servido para que los adalides del favoritismo demuestren que era un gag), estamos a un equipo muy trabajado atrás, sin errores, solidario, que sabe llevar el partido a su terreno, anulando al rival y golpeándolo sin piedad cuando es necesario. Habrá momentos que el rival pueda salirse del guión y se pase mal, pero para eso está Oblak.
La pega es que aparte del derby, los peores partidos han llegado en Champions, sobre todo en los enfrentamientos con los rusos y en los malos ratos con el Salzburgo, pero el objetivo se consiguió, así que pasamos página.
Jugadores como Trippier, Hermoso, Marcos Llorente, Carrasco, Savic... están totalmente asentados y cumplen a la perfección. Hasta Koke, que dejaba dudas en el centro, ejerce como capitán con total solvencia. Y no digamos la transformación de Lemar.
¿Ha cambiado mucho el cuadro del año pasado? Yo creo que el Atleti se va arriba con más confianza, porque lo que deja atrás está asentado y es más solvente. Y arriba... Luis Suárez, que las meterá porque tiene la sed y la ambición del delantero puro aunque tenga 95 años.
Nueve años con Simeone, 300 victorias. El equipo no es el mismo del 2013 ni juega absolutamente igual, pero el patrón es muy similar. Un santo petardo para el rival de turno y que deja soñar.
Sólo hay una duda, la plantilla no es excesivamente amplia en según que puestos y bajas como la sanción conocida de Trippier o algún caso de COVID pueden hacer daño ante un año que vuelve a estar muy cargado de partidos. Por lo demás la máquina sigue bien engrasada.
¿Margen de mejora? Sí, tenemos que esperar a Lodi, a Felipe y sobre todo a Saúl.
El Getafe espera para acabar el año.