Me resulta raro llamarle Metropolitano (por respeto al estadio que albergó al Atleti la mayor parte de su primera época) y me niego a llamarle Wanda. No discuto el patrocinio y las obligaciones institucionales que de ello se derivan para el club, pero que en mi expresión como aficionado no me afectan. Si un día otro equipo vende ese patrocinio, dudo mucho que yo hable de estadio BMW, Microsoft o Pipas Facundo... ¿La Peineta? Ufff, el tiempo en que se hizo una cosa extraña y no se usaba. Tampoco me termina de gustar.
Allí estuve el sábado (gracias eternas Tomi, por dejarme ir con un abono que lleva tu nombre y tu 1.447 aunque pague una parte, pero era la inauguración y tú diste el paso atrás). Siendo sinceros, tras años de mostrar mi enfado por este traslado (volveré a ello luego) en los últimos días se acrecentó en mí la curiosidad y la ilusión por nuestra nueva casa. Con tiempo me fui para allá en transporte público, temeroso de los atascos por el famoso desvío de Arcentales y el desconocimiento de un sitio cercano para aparcar.
En la línea 6 no hubo aglomeraciones. Alguna rojiblanca buscaba el camino eso sí. Ya en Avenida de América me encontré con una muchedumbre esperando y con un tren atestado de atléticos y eso no mejoró en el trayecto hasta la nueva sede. Cuatro horas antes... estaba claro que muchos habíamos elegido el metro. Y todos, aunque unos cuantos botaban y cantaban íbamos con la misma sensación de dejar atrás una época y un lugar común.
Tenía que llegar mi peor momento. En esa estación de Estadio Metropolitano, con los cánticos de la gente que salía me saltaron las lágrimas. La de Pirámides es la peor estación del metro de Madrid y aquello es lujo, símbolos atléticos y amplitud, pero el recuerdo y la costumbre, mi sitio se me vinieron encima. Deambulé por la zona, me confesé por whatsapp y me quedé sola fané descangayado hasta que mi querida Cricri me rescató con un mensaje. Volví a la vida.
Ese y no otro (no hubo otro debate, deportivo o político) fue el problema de toda la tarde noche. Hubo desubicación. Y de ello nadie en el Atleti va a sustraerse en los próximos meses. El estadio en sí no va a ser el problema. Lo notaremos todos. No es que no valga, no es su ubicación (está lejos), no es la arquitectura o las obras que faltan. Hemos cambiado de casa y todavía no nos atrevemos a poner a tope la música por no molestar, no vamos descalzos y sacamos el posavasos para el copazo.
Yo no he sido defensor de este cambio. Vi la mentira que empezó en hacer un equipazo, en el crecimiento futuro, en grandes benefícios económicos y sociales y por último en una deuda bestial que se añade a la que ya teníamos y que nadie sabe si se compensará con la venta del Calderón y su nueva urbanización... Cuestión que nadie consensuó con la masa social conviertiendo el "juntos luchamos" de los anuncios de Nike en un sarcasmo. Además, sigo pensando que probablemente no así, pero el Calderón podía ser reformado. No, me gusta el nuevo campo, pero no estoy deslumbrado por los LED, que nadie se preocupe.
Del partido, como ya he dicho, el equipo nota el inicio de temporada y estaba tan desubicado como nosotros. Además el Cholo quiso evitar la batalla en el centro del campo y no dejó espacio a Carrasco, Gaitán o a algún otro que se permitiera hacer algo distinto y el equipo fue previsible y se estrelló contra el orden que planteó el Málaga de Míchel.
Gracias a la persistencia de Correa, una penetración por la banda derecha llevó al gol de un apagado (en parte por la incapacidad de crear) Griezmann. El primer gol de este estadio. Se cumplió el objetivo por tanto, pero queda por hacer.
Espero mucho del equipo y de este campo.
Epílogo:
Ayer, tras pasar por Carabanchel a devolver el abono al titular (gracias eternas Tomi) bajé al Calderón. No salieron las lágrimas, pero allí estaba, esperándonos. Nada hace pensar que su próximo partido es una demolición más o menos cercana. Apenas se han retirado símbolos externos. ¿Traición? ¿Culpa? Ay.
Un saludo
Abu
Hay que mirar hacia adelante, Abu. Siempre hacia adelante. Me alegro un montón de que un tío con las ideas tan claras como tu, sea capaz de querer tanto al Atleti, hacer de tripas corazón, y mirar de nuevo hacia el horizonte rojiblanco. De hecho, es que no son incompatibles ambas cosas, por extraño que pueda aparecer. Fuerte abrazo, y tranki. Fue el que lo mereció.
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