jueves, 27 de agosto de 2020

Atlético Femenino, otra transición (no tan reconocida)


Ya que he cogido la onda y que me apetece escribir y resumir, vamos a hablar del Atletico Femenino.Lo fácil sería decir que el año no ha sido bueno y que el futuro parece sombrío. No ayudan la permanente aparición de contratos cortos y el elevado número de bajas cada verano, pero, y aquí doy mi principal conclusión, tras todo lo sucedido y con lo visto en el partido de Champions, podemos mirar al menos al futuro próximo con esperanza y sin más preocupación de lo que pueda obstaculizar el ahora invencible COVID.

El año pasado acabó bien. Ante la Real Sociedad se ganó la Liga Iberdrola y sólo unos días después ante la Real Sociedad, en un partido extraño se perdió la final de Copa de la Reina. Fue un final más dulce que agrio aunque la derrota final dolió. Eventos positivos como los más de 60.000 espectadores en el Metropolitano  y un equipo sólido. No había dudas, se podía pensar en nuevos éxitos a pesar de las bajas.

Pero el año empezó mal. Ya lo expliqué en ¿Qué le pasa al Atleti Femenino? para estoesatleti.es. La goleada inicial en Barcelona, el buen hacer de Lluis Cortés en el Barça (consiguiendo encontrar el punto a una gran plantilla), la pronta salida de José Luis Sánchez-Vera, las bajas (especialmente las de Esther y Jenni) con la falta de adaptación y el bajo rendimiento de las incorporaciones, algunas lesiones de las jugadoras base como Lola, Silvia o Amanda y para acabar, el extraño paso por el banquillo de Pablo López. 

El equipo fue perdiendo sus opciones en Liga Iberdrola con empates inexplicables contra rivales de clase media o baja. Un juego plano, sustituciones tardías e irrelevantes y errores defensivos inexplicables, además de incapacidad para rematar. Todo lo que había salido bien de repente se esfumó. También se cayó en Copa ante el Betis en los penalties, mostrando esas mismas dudas e incapacidades.


La destitución de Pablo López era lo más lógico, pero había que buscar sustituto y no era realista pensar en una estrella. Duele decirlo, la Liga Iberdrola no atrae a los entrenadores que han pasado por divisiones de prestigio. Sólo Gonzalo Arconada, Pierluigi Cherubino o David Amaral han dado el paso con suerte desigual. La elección de Dani González era la más lógica, un entrenador de la casa, jóven y habituado a categorías formativas. 

Este cuento no se acabó felizmente. Dani volvió a conseguir un equipo cohesionado y firme. Las dudas desaparecieron, jugadoras que no encontraban su sitio como Toni Duggan, Charlyn Corral, Virginia Torrecilla o Leicy Santos comenzaron a brillar. Pero el Barça volvió a aparecer en la Supercopa y en Liga. La imagen era distinta, la desigualdad no era tan grande pero ahí seguía.

El famoso "bicho" terminó con la competición. Un poco antes se consiguió firmar el convenio, si bien todavía hay dudas sobre su aplicación. El tema de la televisión sigue ofreciendo dudas. Y el panorama para la competición de este año no parece ser muy esperanzador.



También el COVID ha condicionado la Champions Femenina. Dos estadios cerrados en el País Vasco y cinco bajas importantes en el Atleti, además de la aceptación, hasta ahora sin precedente, de 6 fichajes. Ah, y la ausencia del otro gran protagonista del año, el VAR. 

El buen partido ante el Barça, aunque fueran disminuidas (añadamos el cáncer de Virginia y la sanción de Ludmila), la capacidad de lucha y la solidez mostrada me hacen tener esperanzas. De nuevo muchas bajas, pero esta vez jugadoras importantes y algunas con varios años en el equipo como Lola, Kenti, Olga García, Elena Linari o Sari Van Venendaal. 

En su sustitución se ha tomado distinto. Hace tiempo se buscaba un perfil más de futuro, con jugadoras nacionales y este año se ha buscado un perfil más experimentado, con jugadoras más maduras, como Guagni o Lindahl. Siguen Silvia, Amanda, Menayo, se ha reconocido la gran adaptación de Leicy Sólo tengo una duda además de los contratos de uno o dos años. Dos cesiones por un año e incluso la cesión de Jade Moore hasta febrero... 

Lo dicho, esperanza y confianza. Esperemos que este año pasado haya sido de transición (evidentemente menos reconocida que el primer equipo). Cada día va a haber más focos en el futfem, los equipos no se terminan de profesionalizar, pero va a haber más alternativas y la llegada del Madrid que veremos cuándo se asienta como verdadero rival.

Y hasta aquí el rollo de hoy.

Un saludo del Abu

miércoles, 26 de agosto de 2020

Objetivo cumplido con desencanto

 


Supongo que lo que es justo cuando miro hacia atrás es aceptar algo de decepción. He comprendido y aceptado el año de transición que indicaba Simeone y aunque no quise caer en el triunfalismo del partido de Nueva York el verano pasado, supongo que sin  querer me dejé llevar. 

Lo cierto es que parece haber una trayectoria descendente en los últimos años de puntos y goles. Atrás quedan los títulos logrados y ese cielo que se pudo tocar en Champions. Queremos más y no termina de llegar. Al final León y todos esos empates junto con esa derrota ante el Leipzig (otra vez Lisboa) pesan más que el objetivo cumplido.

Pero ¿por qué? Creo que hay que mirar más allá de este año. Diego Pablo Simeone llegó para ser paraguas. Todavía me avergüenza recordar que mi opinión sobre su llegada era que se prestase al juego del dúo que lleva el Atleti (más allá del chino o israelí de turno). Pero el caso es que su principal culpa ha sido hacernos olvidar la enloquecida huida hacia adelante de los propietarios, con una bochornosa gestión económica y su poco o ningún respeto por la afición, la historia y sus símbolos.

Con aquel equipo que se encaminaba al precipicio tras la destitución de Manzano y unos cuantos remiendos se soñó y se campeonó. Como bien decía mi amigo @Propanprul todos pensamos que se podía dar la vuelta a esa gestión ahora que con poco se podía haber conseguido mucho, de algún modo podía encontrarse un camino.

Pero, y ahora sí voy con este año, hemos visto que la cabra tira al monte. El Atleti de hoy hace caja. Operaciones que nadie entiende, jugadores que llegan para marcharse a cesiones eternas, supuestas compras a coste cero que luego resultan no serlo, lo jugadores que juegan donde quieren pero que nunca piensan en quedarse en el Atleti o deudas que nunca se liquidan por no hablar de la venta del estadio y el coste del nuevo.

El resultado es un equipo por ensamblar. Una vuelta a ese equipo casi sin alma que dejó Manzano, con una sola diferencia: El listón está en la final de Champions o en la Liga del cabezazo de Godín en el Camp Nou. Capaz de dar días geniales o heroicos, pero también de empates melancólicos que recordaban más aquellas infames tardes del año del descenso. Oblak, Koke, Felipe... y luego dudas.

¿La clave es el estilo cagón (supuesto) del Cholo? Pues me temo que sí. Te podías ir a la guerra con gente que tenía limitaciones, pero tenían el libro dentro y confiaban ciegamente. El día de Turín y en muchas jornadas antes del coronavirus, descubrimos que hoy no es así. No se defiende igual y arriba o no hay pólvora o es para el futuro. No justifico al Cholo al 100%, seguro que él mismo es consciente de sus errores, pero creo que a este cesto le falta mimbre y tiene mucho trabajo pendiente.

Hoy muchos piden su cabeza. Cobra mucho, (repito) es muy cagón, no aprovecha a la gran plantilla... Una letanía que no critico, pero en la que no veo construcción. Me temo que se subirán a futuros carros ganadores pero que tendrán fácil mantenerse en perfil crítico si un entrenador más barato o preciosista tampoco da con la tecla. Seguramente no tengan más perfil que "otro".

Tras la propiedad (eterno y verdadero problema), el Cholo y los sectores de la afición (no culpables, pero se alejan con tanta crítica del espíritu del seguidor atlético, venga, repartiré carnets) vamos con los jugadores.

Un primer grupo son los incuestionables. Ellos hacen que esto funcione. Oblak, Koke, Saúl (más por presencia y por sus goles oportunos). Añado a Thomas y Savic quienes cometen errores pero se han ganado estar aquí y entiendo que deben seguir.

Luego van los de la esperanza. No han sido regulares, pero se ven posibilidades. Sus desapariciones han sido parte del problema, pero han aparecido. Felipe, Arias, Lodi, Trippier, Joao Felix (ciento veinte y algo millones no significan consagración ni madurez, pero pueden llegar) y tras el confinamiento Ferreira Carrasco. Añado aquí a la revelación de Liverpool, Marcos Llorente. La exuberancia en ataque, pero que no aportó nada buena parte del año y sobre todo en el puesto de mediocentro, para el que vino con el 14 de Gabi...

El tercer grupo tiene a los que ni son problema ni son solución: Forman parte del paisaje. Lo mismo que vinieron y pueden tener oportunidad se pueden marchar. Adán (ya se fue), Giménez y Correa (lo siento, esperaba madurez y mucho más de ambos, no espectáculos y goles puntuales), Hermoso (maneras y poco más) y Vrsaljko (cumplió contra el Liverpool).

Y por último los de ya vale. Diego Costa (eran otros tiempos), Vitolo (nada de lo que prometía), Morata (pedir perdón y tal), Herrera (aunque vengas gratis no se puede venir sólo a mostrar lentitud). No haré comentarios sobre Lemar y Saponjic.

En fin, si tenemos que el 80% del grupo incluye a jugadores que ni están ni se espera o que pueden ser, o que han sido a ratos... en fin, el panorama es desolador. Y no espero grandes vuelcos en la situación de burbuja, confinamiento, restricciones y COVID-19 que tenemos encima. 

El futuro próximo es lidiar con gran parte de este grupo, del que me temo habrá alguna salida significativa y muy pocas llegadas (seguramente ninguna estelar) y confiar que lo visto en las últimas jornadas de liga sobre la firmeza defensiva se asiente y no se vaya. El futuro llegará con esa base. Revertir alguno de esos fracasos individuales actuales a lo mejor es posible.

Nada más, hasta aquí el rollo. Esto es el Atleti actual. Pero ahí sigo, esperando y soñando. Soy así. Ah, y prometo volver a escribir pronto. 

Un abrazo del Abu