Volvamos a hablar de Logroño (futbolísticamente, claro)

He pasado unos cuantos días en el pueblo de mis abuelos. Una de las cosas que suelo hacer cuando ando por allí (además de relajarme, olvidarme del curro y recorrer los montes) es pulsar el momento del futbol riojano. Recuerdo con cariño a Pacheco (antiguo portero del aleti, hoy periodista en Radio Rioja) empezar los deportes siempre con las mismas palabras: " El Club Deportivo Logroñés..." y luego el resto de la información de otros deportes. Es una comunidad pequeña y poco poblada, en otros sitios no es tan lógico, pero el CDL lo era todo.

La verdad es que motivos he tenido para acordarme de esto. El pasado con la muerte de Marcos Eguizábal, el presente con la aparición del CDL y el futuro encabezado por el UDL y el SDL han surgido con fuerza esos días en los medios riojanos.

Marcos Eguizábal, un personaje controvertido, pero de evidente importancia. Personalmente siempre he pensado que a su marcha dejó al CDL agotado deportivamente, pero económicamente saneado y en primera división. En esos años el equipo estuvo en mitad de tabla y soñó con la UEFA algún año. Fueron años de grandes partidos y algunas victorias ante equipos grandes. Sin embargo los jugadores más importantes fueron dejando el club y se perdieron las buenas posiciones. Era precioso ver todo aquello en el Viejo las Gaunas.

Sus sustitutos han sido más sepultureros que presidentes. El último de la serie no quiere hablar de dejar al CDL morir en paz. Trata de inscribir al club en regional, lo cual podría ser tomado como un intento loable de seguir luchando. Pero no... las deudas ante Federación, entrenadores, jugadores y empleados, además de proveedores, sus castillos en el aire y sus vacías promesas, además del poco valor de su palabra hacen que nadie le crea y que en mayor o en menor medida, gran parte de los que tenemos parte de nuestro corazón con ese equipo, estemos llegando a desear su muerte.

¿Somos traidores? Así nos llaman unos cuantos que tratan de seguir esa lucha. Aún así, todos saben a lo que se exponen y tratan de animarse con la aparición de un grupo empresarial fantasma que esté detrás de los últimos propietarios del club.

Por último, los nuevos equipos. Dejo colgada la foto del aspecto de la tribuna del Nuevo Las Gaunas el día de la presentación del SDL. Buenos amigos estaban allí y un proyecto nuevo e ilusionante con ellos. El resultado daba igual y lo que se vió no es muy distinto de otros partidos de pretemporada. El objetivo va más allá y a él contribuye también la UDL.

Acabo nuevamente con un deseo. Ni uno ni otro son el Logroñés, por mucho que los aficionados sí lo hemos sido también del CDL. No me gustan pancartas y gritos exclusivistas como vi en la presentación y como sé que se dan en los partidos del UDL. El futuro es nuestro, no nos apropiemos de un pasado que no lo es.