El surrealismo, no soy ningún experto en manifestaciones ni movimientos artísticos, es esa corriente que trata de expresar el sentimiento y los sueños más allá de la realidad y la razón. Creo que como versión libre podría decirse que surrealista es todo aquello que no tiene lógica ninguna y que es más un cachondeo y una parodia de lo que "debería ser".
Pues bien, ayer el surrealismo entró de lleno al futbol. Este, el deporte rey, siempre es caprichoso y casi nunca cumple que si A gana a B y B gana a C, entonces A tiene que ganar a C, es más, es muy probable que C goleé a A, así que el componente surrealista siempre anda unido al futbol.
Ayer dos equipos salieron a jugar. El uno teniendo que demostrar vergüenza torera y orgullo a falta de planificación y de un trabajo de pretemporada, además de una cierta mejora y un cierto orden traído por el entrenador recien contratado. ¿Mucho pedir? Pues hombre, la cuestión era aparentar ser un equipo y demostrar que lo visto ante el Chelsea significaba algo.
El otro tenía que demostrar la calidad que ha comprado el enorme talonario de Mr.Flo y las ganas de remontar las dudas y las peticiones de dimisión/destitución que ha sufrido Pellegrini y las críticas que han sufrido jugadores como Kaka, Benzema, Xabi Alonso...
Pasado el gol tempranero al que ya estamos acostumbrados, año tras año, lo suyo era ver un partido de futbol, pero de eso hubo poco. Y llegó el surrealismo, el Madrid casi no quería y el Aleti ni lo intentaba, se plantó atrás, pero apenas defendió, el segundo gol es un regalo en la frontal y Marcelo acaba marcando, con mérito... en el área chica...
50000 personas y los que estuvieran viéndolo por la tele, presenciaban un partido en el que apenas hubo esfuerzos y casi no hubo más tensión que la que provocaban algunas faltas pitadas por el árbitro. Intranscendentes... El colmo del surrealismo fue ver a unos cuantos animando al Alcorcón. Sin comentarios.
El partido siguió sin pena ni gloria, con alguna ocasión, como la de Forlán al palo y tras el descanso, Kaká perdonó un regalo de Antonio López, pero no Higuaín ante Perea. Luego llegó la expulsión de Sergio Ramos, ni la he visto en la tele, así que no me voy a pronunciar al respecto.
Lo cierto, es que Agüero apareció y se multiplicó y el Madrid se descompuso y estuvo a punto de tirar a la basura el partido. El surrealismo seguía su camino, el Madrid, que con un poco de calma, hubiera terminado el partido, se echó a temblar y el Aleti, que no había merecido gran cosa se encontró con dos goles. Y pudo ganar...
Pero no sigo, sería injusto. El Madrid fue menos malo y el Aleti pagó su falta de todo, empezando por la vergüenza. Leo que Quique habla del coraje del Aleti, que Dios le guarde la vista, porque no lo vi por ningún sitio, en la mayor parte del partido. Forlán no está bien, la defensa sigue de rebajas, Jurado no es la salvación y probablemente el mejor a 90 minutos fue Cleber. Sin Agüero, a ningún sitio.
Si seguimos con el surrealismo, mucho me temo que sufriremos otro año en el infierno, que volverán a ser dos. Mis expectativas son claras y las más seguras, son dejar de pagar este despilfarro en julio. Todos los estamentos del club piden a gritos que lo deje, y como yo, seremos unos cuantos.
Un abrazo
Jesús (A.k.a, Abu)
Pues bien, ayer el surrealismo entró de lleno al futbol. Este, el deporte rey, siempre es caprichoso y casi nunca cumple que si A gana a B y B gana a C, entonces A tiene que ganar a C, es más, es muy probable que C goleé a A, así que el componente surrealista siempre anda unido al futbol.
Ayer dos equipos salieron a jugar. El uno teniendo que demostrar vergüenza torera y orgullo a falta de planificación y de un trabajo de pretemporada, además de una cierta mejora y un cierto orden traído por el entrenador recien contratado. ¿Mucho pedir? Pues hombre, la cuestión era aparentar ser un equipo y demostrar que lo visto ante el Chelsea significaba algo.
El otro tenía que demostrar la calidad que ha comprado el enorme talonario de Mr.Flo y las ganas de remontar las dudas y las peticiones de dimisión/destitución que ha sufrido Pellegrini y las críticas que han sufrido jugadores como Kaka, Benzema, Xabi Alonso...
Pasado el gol tempranero al que ya estamos acostumbrados, año tras año, lo suyo era ver un partido de futbol, pero de eso hubo poco. Y llegó el surrealismo, el Madrid casi no quería y el Aleti ni lo intentaba, se plantó atrás, pero apenas defendió, el segundo gol es un regalo en la frontal y Marcelo acaba marcando, con mérito... en el área chica...
50000 personas y los que estuvieran viéndolo por la tele, presenciaban un partido en el que apenas hubo esfuerzos y casi no hubo más tensión que la que provocaban algunas faltas pitadas por el árbitro. Intranscendentes... El colmo del surrealismo fue ver a unos cuantos animando al Alcorcón. Sin comentarios.
El partido siguió sin pena ni gloria, con alguna ocasión, como la de Forlán al palo y tras el descanso, Kaká perdonó un regalo de Antonio López, pero no Higuaín ante Perea. Luego llegó la expulsión de Sergio Ramos, ni la he visto en la tele, así que no me voy a pronunciar al respecto.
Lo cierto, es que Agüero apareció y se multiplicó y el Madrid se descompuso y estuvo a punto de tirar a la basura el partido. El surrealismo seguía su camino, el Madrid, que con un poco de calma, hubiera terminado el partido, se echó a temblar y el Aleti, que no había merecido gran cosa se encontró con dos goles. Y pudo ganar...
Pero no sigo, sería injusto. El Madrid fue menos malo y el Aleti pagó su falta de todo, empezando por la vergüenza. Leo que Quique habla del coraje del Aleti, que Dios le guarde la vista, porque no lo vi por ningún sitio, en la mayor parte del partido. Forlán no está bien, la defensa sigue de rebajas, Jurado no es la salvación y probablemente el mejor a 90 minutos fue Cleber. Sin Agüero, a ningún sitio.
Si seguimos con el surrealismo, mucho me temo que sufriremos otro año en el infierno, que volverán a ser dos. Mis expectativas son claras y las más seguras, son dejar de pagar este despilfarro en julio. Todos los estamentos del club piden a gritos que lo deje, y como yo, seremos unos cuantos.
Un abrazo
Jesús (A.k.a, Abu)
Al menos ayer me quité el mal sabor de boca viéndoles en el Calderón, colega. Ya sé que me conformo con poco, pero a mi me supo a gloria bendita.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un puro espejismo ante un equipo demasiado humilde que está pensando en no descender de su categoría... Una pena, colega.
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