sábado, 17 de octubre de 2009

La vida puede ser maravillosa.


Yo siempre he sido oyente de la SER en general y particular en las retransmisiones deportivas. No obstante, de vez en cuando me gustaba escuchar otras cadenas, porque especialmente en el basket la SER no siempre ofrecía transmisiones de partidos europeos. Así es como escuché por primera vez a Andres Montes.

Me llamaba la atención el ritmo que daba a la narración y sobre todo, me quedé con su forma de dar el resultado en juego: "75-73, siete cinco, siete, tres, no es un número de teléfono es un marcador de baloncesto".

Años después Ramón Trecet presentaba "cerca de las estrellas" y daba un partido en diferido de la NBA. Recuerdo sus "ding-dong", sus "horripilante"... Pero la revolución vino con Andrés Montes. Era tremendo, gritaba, cantaba, carraspeaba... era fantástico. Todavía le recuerdo gritar "jugón" que yo he imitado cientos de veces.

Un día lasexta lo presentó para narrar el famoso mundial de Japón. Siempre tendré la duda de si no se ganó porque lo escuchaban los jugadores desde la cancha, en aquellas transmisiones con el lagarto de la Cruz y con Juanma Iturriaga. Y luego el futbol. La gente del futbol no le conocía y no le gustaba. A los revolucionarios no se les entiende... en ese momento.

También le recuerdo en un programa que hacía por las tardes en Radio Marca. "No sabes cuánto te quiero". Hacía unas entrevistas no muy ortodoxas, pero le quedaban bien...

Esta mañana escuchaba la noticia por la radio. En onda Madrid han vuelto a poner aquel momento en la final entre Chicago y Utah, en la que un robo y un triple de Michael Jordan supusieron un título.

Pero siempre le recordaré con su frase. Con ella se despidió de lasexta: "La vida puede ser maravillosa". Probablemente. Y para conseguirlo, se necesitan personas como él. Muchas gracias Andrés, descansa en paz. Nunca te podré olvidar.

Un abrazo

Jesús (a.k.a. Abu)

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