martes, 14 de febrero de 2023

Derby en Logroño: El antes



El domingo volvimos a tener derby en Logroño. Nadie encontró el resultado que buscaba. El partido fue táctico, nervioso, con pocas ocasiones y con la sensación de haber perdido una oportunidad. Loslocales (los míos) por no haber cristalizado el buen momento de juego y las oportunidades y los visitantes (los otros) por seguir lejos de un patrón de juego y por la angustiosa situación en la tabla.

¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Es como el día y la noche. Tenemos que ver el antes para entender el partido. La UDL (este año no he escrito sobre ellos), al menos desde que dejó la segunda división no ha encontrado un proyecto, una razón de ser. Supongo que el fracaso de Carlos Lasheras y Sergio Rodríguez, que hasta donde sé tienen relación personal con el dueño Félix Revuelta ha dejado huérfana de ideas deportivas a la entidad.

En estos dos años todo ha quedado en manos de la improvisación y eso se paga. El único plan fue por la fuerza de los hechos tras la destitución de Mere Hermoso, al firmar a Albert Aguilá. Si llegaba al play-off tenía la renovación. Pero este plan salió mal, porque nadie creía en Aguilá, ni afición, ni jugadores, ni me temo la dirección.

Todo en la UDL se ha ido improvisando y dejando muy poco margen para poder trabajar. Los entrenadores y los directores deportivos han llegado con las pretemporadas iniciadas y muchos de los jugadores casi más parecían ideas de última hora que resultado de una planificación. No ha habido más diferencias entre ambos años que la efectividad de algunos jugadores como Guarrotxena o Dubasin en ataque y Serantes en la portería. Las carencias en la creación, al no tener perfiles asociativos, por encima de las aportaciones tácticas de los entrenadores han lastrado al equipo.

El problema no fue Mere, ni Aguilá, ni lo es ahora Natxo. El puesto clave era Manu Franco o ahora Dupi, más o menos capaces, con más o menos experiencia pero sin tiempo. Su labor ha consistido en traer jugadores en teoría contrastados pero el conjunto es, no puedo ser brillante ni decirlo de otra forma, un fallido.

Enfrente, en la SDL una idea, el buen juego, la humildad, ofrecer al jugador desarrollarse y divertirse (a falta de nóminas) y el trampolín. Y la asociación perfecta de un enfermo de los seguimientos y del trabajo anticipado como Chocarro, capaz de seguir a cientos de jugadores y tener una plantilla en la cabeza y el papel totalmente equilibrada y ajustada a las necesidades de un entrenador que ha madurado y es valiente además de saber esperar a cada jugador y apostar por él cuando nadie sabemos ver su valía. Diego Esteban, Monroy, Ribeiro, Castri, Jero... Su cabezonería y su visión dan dividendos. La sociedad entre Llona y Chocarro es simplemente perfecta. 

No hay ponedores ocultos ni otros secretos. La comparación entre ambos modelos es de absoluta broma. La directiva de la SDL sigue el perfil bajo pero elige y da juego. En la UDL los grandes nombres con grandes puestos como Juanjo Guerreros o Sergio Rodríguez pero sin funciones conocidas. La afición de la SDL tiene referencias claras y la de la UDL sólo puede quejarse de las salidas de los jugadores, pedir la vuelta del ahora mesías del en otro tiempo denostado Sergio y lamentarse del supuesto bloqueo de medidas como las destituciones por parte del dueño Félix Revuelta. Por cierto, empresario de éxito, pero aparentemente ignorante de la gestión futbolística.

Ni siquiera la construcción de la ciudad deportiva (ya avisé de este tema el año pasado) puede paliar lo acontecido y todas estas malas decisiones. No negaré los efectos beneficiosos de esa instalación, pero lamentablemente hoy más parece un elemento para hacer atractiva una posible venta de la entidad que una ventaja futbolística para la misma. Lo que tenga en mente Félix Revuelta lo sabe él. Sólo tengo claro conociendo su condición de empresario es que no va a liquidar de un día para otro por cansancio o por un posible descenso.

El último episodio de este lamentable despropósito es el #yonovoyalderbi. Como aficionado tengo que empatizar con el descontento de mis vecinos (a los que dedico esta entrada, espero que entiendan que la escribo con buena fé desde Madrid pero teniéndoles muy cerca) pero no entiendo el "no vamos a salvar las cuentas de la sociedad". Dejar al equipo solo en este momento, a pesar del descontento tiene que doler en el alma a todo hincha.

Iba a escribir sobre el partido, pero tras esta chapa mejor lo dejo para luego y una entrada sobre el después. Ah, dado que sigo las tertulias televisivas, como aficionado entiendo que los jugadores den la cara tras los partidos y se acerquen a la afición. No sería buen gesto como pide más de un tertuliano que tras los partidos se vayan a la caseta a esconderse por vergüenza.

Un saludo a todos del Abu

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