sábado, 11 de junio de 2011

Bajonazo. Hagan lo que quieran... sin mí


Durante años yo soñaba con ir a ver cada partido del Aleti. Recuerdo todas esas tardes de domingo en el que el transistor viejo de mi padre (ni los mp3 existían, los walkman yo creo que tampoco y el transistor nuevo de mi padre era el nuevo y por tanto intocable) era mi mejor juguete. Solía escuchar a Héctor del Mar, aunque muchas veces transmitía el partido del Madrid, así que buscaba cualquier emisora que me pusiera al Aleti, casi integramente.

Lo recuerdo con cariño, lo he dicho muchas veces. El Aleti podía perder, pero no defraudaba. A veces las cosas no salen o tienes un Wilmar Cabrera que ha escogido el Calderón para hacer tres goles por primera y única vez, uno de esos seis o siete días que tu padre te lleva al futbol.

Hoy, me veo en la obligación de irme, de poner distancia. De llamar al club, para no seguir en la lista, para cambiar a eso que llaman "socio no abonado". No, no es problema de dinero, la crisis ha afectado a muchos, y también a mi empresa, pero sigo trabajando y cobrando puntualmente (me gustaría que mi sueldo fuera más alto pero no me quejo). Tampoco tiene que ver sólo con el tema deportivo. Los horarios de los partidos y la familia cada día son más incompatibles. Pero tampoco...

Muchas veces he escrito sobre la nefasta gestión de la familia Gil y del señor Cerezo. Es redundante decir que piensan en pelotazos y en comisiones más que en hacer un equipo de futbol. Y no vale que es que queremos campeones de Europa. Personalmente yo hace años que aceptaría un equipo de canteranos y a mitad de tabla si se hiciera dejando trabajar y con proyecto.

También he hablado de los jugadores, de los técnicos, de los directivos... El Aleti y su mala suerte. Los entrenadores son los más débiles o los que no valen, los jugadores nunca juegan en su puesto o son los más golfos y los directores deportivos no tienen cancha o se limitan a ver pasar las nubes. Pero tampoco es lo que me ha sacado de mis casillas.

La afición. Ésa es la clave. En realidad es una guinda. No es culpable, pero ya está bien, de que por ser la mejor afición de España, traguemos con carros y carretas. Quique Sánchez Flores es un inútil, sí, pero su despedida llega con dos títulos bajo el brazo. Y cuando alguien se lo agradece, hay un montón de gente que abuchea. Esos mismos que callan cuando se abuchea a la familia Gil. Evidentemente son los dueños y pitarles no va a hacer que regalen las acciones. Con esa perspectiva, ¿de qué sirve pitar a Quique? Gracias y adios y punto.

El Kun se quiere ir... pues muy bien, que se vaya. Ah, pero se quiere ir al Madrid. Tanques a la calle, eso es cassus belli. Matamos al Kun y a los Gil. El roto que nos hace el chaval es pequeño, nos quedamos sin un crack, un tipo que define y que tira de la grada. Pero si se va al Manchester o al Bayern no importa, ahora si se va a un "rival" (esta noción tiene gracia casi nos han duplicado en puntos, además del choteo por no haberles ganado en veinte años) como el Madrid...

Y la celebración de un ascenso en Neptuno, y clasificarnos via fase previa en la Europa League, esa que tres meses antes de ganar nadie quería (había que centrarse en la liga). El Aleti fue, es y ha sido un grande y el comportamiento de la afición debe ser como tal.

No, a mí no me cuentan como borrego. Ya no puedo más. He alabado a mi afición por su entrega, por su colosal papel en finales perdidas, por estar ahí. Pero quiero el sentido crítico que he visto (quizá no tanto tras las mourinhadas) en Madrid, en Barcelona, en Valencia (recuerdo aquellos broncazos a Ortí, casi dos días después de haberse llevado la liga)... y quiero una contestación pública por todo lo que está pasando. Y si hay cincuenta mil abonados... para ser décimos, que con su pan se lo coman.

Ojalá me equivoque. Ojalá el Aleti vuelva a ser el de siempre, pero me temo que este no es el camino. Aquí me bajo. Me quedo en casa.



Un saludo

Jesús (a.k.a. Abu)

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