sábado, 28 de agosto de 2010

1-0: Ser grandes



La verdad es que tengo que reconocer que vivo un sueño. Vi la Supercopa de Europa nuevamente anestesiado. No se me olvida lo bajo que caimos hace sólo 10 años, ni se me olvidan los constantes fracasos deportivos, hasta ahora...

Venga vale, era un partido semi-amistoso, había mucha humedad y pasar del rollo era lógico. Pero el ambiente de fiesta del futbol, las autoridades, ver salir a los equipos con las copas del año pasado... Por un rato, mientras veía el partido con mi hija en brazos, me pude permitir pensar que las cosas pueden cambiar. Que el Aleti puede ser grande, puede codearse con cualquier equipo europeo y ganarle sin épica y sin tanto sufrimiento, simplemente por ser mejor.

Empezamos mal (bajo mi punto de vista al ver la alineación): Perea de central, Domínguez de lateral y Filipe en la grada. Que Tiago no se vistiese era hasta lógico. También lo era que el Inter empezase agobiando y no mucho menos que al paso de los minutos la cosa se enfriase. A partir de ahí un guión: El de Quique. El Aleti se adueñó del partido poco a poco. Desde atrás dejando en nada las conexiones de Snejder con Eto'o (me imagino que todavía sueña con Perea) y Milito. También lo intentaba Maicon, pero ahí estaba Domínguez. El guión de Quique, quiero recordar... Al descanso había una superioridad territorial, si bien las ocasiones aunque no tan claras, pero casi todas eran ya del Aleti.

En la segunda parte simplemente el Aleti fue el amo. Y tenían que llegar los goles, como fuera. Si tiene que ser con Reyes (pedazo de partido, es maravilloso verle recuperado) trompicándose, pues para adelante. El Inter se estiró, agobió un poquito, pero pronto las aguas volvieron al cauce que el Aleti estaba marcando. La fiesta casi se acabó con un pase de Raúl a Simao y un centro para que el Kun (es tu año chaval, no nos falles) rematase a puerta vacía.

Y para acabar, el gol de de Gea (eres un monstruo chaval, otra vez). Un penalty sobre el que tengo mis dudas, pero supongo que técnicamente lo fue. El caso es que Gaby Milito tenía la última oportunidad de ponernos nerviosos y... lo dicho. El bendito rubio le estaba esperando.

Y Neptuno, como bien dibujaba Kap en Mundo Deportivo, a pesar del calor, pidiendo a gritos la bufanda del Aleti. Un sueño. Dos títulos europeos en menos de tres meses. Me voy a acostumbrar.

Un abrazo

Jesús (a.k.a. Abu)

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