Hoy no toca crónica. En otro tiempo se me hacía la boca agua cuando alguien me contaba que había recibido la insignia por haber sido 25 años socio del Atleti. Tengo muy presente hace ya varios años que dejé de ser abonado y lo que hoy Atleti denomina "socio" ya no tiene que ver con aquellos que pagaban las cuotas, votaban a los presidentes y decídían el destino del club en las asambleas en la época previa a ser S.A.D.
Hablaré del evento, del reconocimiento y de la ilusión, pero antes toca recordar mi historia con el Atleti. Es probable que muchos datos que me contaron de pequeño y después no me he atrevido a repreguntar estén malentendidos o malrecordados, pero os aseguro que con buena fé. No soy "gato" porque mis dos abuelas y mis dos abuelos fueron emigrantes, como tampoco soy colchonero de larga tradición familiar.
El rollo con el Atleti, creo que empieza con mi abuelo paterno Lope Prieto Ocampo. Salió de su Alía natal (Cáceres) con el oficio de peluquero aprendido a los 12 años, pero como él decía se fue como los gatos (genéricos, no madrileños) "haciendo fu". Había que buscarse la vida. Adoraba su tierra y encontrarse con otros extremeños, pero casi nunca volvió. Sólo recuerdo una foto de él, ya muy mayor, con mi padre en su pueblo.
El caso es que era capaz de hacerse amigo de cualquiera. Era muy simpático y hablador y siempre encontraba la forma de llegar a la gente. Y ser peluquero le ayudaba. Siempre decía que la cuando le pasas la navaja por el cuello alguien tiene un incentivo para tener confianza. Gracias a ello encontraba pequeños complementos económicos (siempre dijo que era millonario en glóbulos rojos). Uno de ellos gracias a algún conocido (amigo) en el Atleti. Pasó a ser inspector de porteros los domingos por la tarde en el Viejo Metropolitano.
Por ahí entró el Atleti en mi familia. Lógicamente mi padre y mi tío iban de gorra al fútbol. Al principio los segundos tiempos porque a mi abuela Feni le aburría soberanamente y les vendía la moto de que lo mejor del partido era al final, hasta que se dieron cuenta de la trampa... Vivían en Estrecho y hasta el Metropolitano sólo había un paseo. La cosa cambió con el traslado al Manzanares (entonces no era Vicente Calderón). Ya pillaba más lejos. La plaza de inspector según tengo entendido se la quedó su hermano pequeño Máximo.
El Atleti llegó a la familia para siempre. Sólo había que dar un empujoncito de vez en cuando a la siguiente generación. Un uniforme completo (entonces no había marcas) fue un paso importante. El otro fueron unas banderitas que se ponían con un mastil de estaño en la bicicleta. Un amigo apareció con una bandera de España y otra del Madrid y cuando se las pedí a mi padre me dijo que la de España vale, pero la otra tenía que ser del Atleti. Con cinco años no tenía yo mucha coherencia atlética...
De vez en cuando mi padre me llevaba al (entonces sí) Calderón. El primer partido que recuerdo fue un 5-2 contra el Celta. Sólo recuerdo que el Celta tenía un jugador que se llamaba del Cura. Veo que fue en Septiembre de 1982. Y ahí aparece mi primo, el futbolista, la celebridad de la familia: Julio Prieto. Primo no directo, pero familia, pues era nieto del hermano de mi abuelo, Máximo de quien he hablado antes. Nadie me creía en el cole. Algún día cuando me encuentre con mis compañeros...
Muchas anécdotas, unos cuantos viajes, amigos que lo son para siempre (distintos compañeros del cole o la Universidad, el Tomi, los tr3zerianos, la gente de Aplasta Arteche, Uría y su twitch...), momentos heroicos o muy tristes... soy lo que soy por lo que he tenido en casa y me he ido encontrado, pero mucha culpa la tiene el Atleti.
Hasta mi cariño por el Logroñés empieza gracias al Atleti. Mi primer partido en el Viejo las Gaunas fue un Logroñés - Atleti un mes de Agosto de 1986 que acabó empate a 1.
La insignia de los 25 y el acto de entrega son el culmen. Aunque he llegado tarde. Me aboné cuando empecé a trabajar justo el año que acabamos descendiendo y lo dejé justo el año que empezó con Gregorio Manzano de entrenador y llegó el Cholo Simeone. Luego he tenido esa condición de "socio" que promueve la S.A.D. y que no tiene que ver con los antiguos socios que construyeron el Atleti.
Habrá más, pero ya ha habido bastante chapa, como bien dirían el Yayo y el irlandés esta vez con razón (y la que me he guardado).
Un abrazo del Abu
Pd. Aquel día conocí a Luis Aragonés. Y me dió miedo. Ya os lo contaré a los que lleguéis hasta aquí. Ya está bien de chapa.
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