Manda narices que con lo que me he enrollado con un montón de temas en este blog, de esto no he llegado a hablar más que colateralmente. Es verdad que no tengo gran cosa que añadir a lo ya expresado por mentes más preclaras, pero bueno, dado que las consecuencias parecen dirigirnos a la vuelta del escudo... vamos a escribir un rato. Ahora que estamos acabando la segunda consulta esta vez vinculante.
Tengo que reconocer que en su momento no formé parte del principal foco de oposición al llamado Logo. Supongo que caí en la trampa de la SAD, que coló el cambio del escudo de rondón, casi a la vez que el anuncio del nombre del nuevo estadio (patrocinador, hoy cambiado, incluido). Casi ni critiqué aquella camiseta de los arañazos y recuerdo andar casi mareado aquel día de la inauguración, llorando a ratos, hasta mi vuelta a casa tras el partido.
Ahora, veo por redes la opinión de (supuestos) expertos en rebranding de empresas y las bondades de este este diseño. Para mí, bien bautizado como logo, porque desde un principio se trató como ventaja la simplificación de colores y la redondez de las formas de cara a la marca, las impresiones, el papel corporativo, etc. Técnicamente, supongo que debe ser un trabajo intachable por parte de la empresa Vasava, no tengo conocimientos para tener otra opinión. Su problema es otro.
Entiendo que una empresa, cuando afronta este proceso no llega a consultarlo con el público objetivo, pero de alguna forma busca hacerle partícipe o incluso cómplice. La publicidad justifica el cambio, al menos durante un tiempo. Hay que conseguir que la imagen de la empresa refleje actualidad, cercanía, actividad... Es curioso que esta faceta no se está explotando en el fútbol. Donde la clientela se mueve en mayor medida por el sentimiento y la pertenencia y se aleja de la utilidad económica pura.
Las SAD futbolísticas, casi siempre en manos de magnates con poder absoluto, lejos de aprovechar la globalización y las oportunidades de la empresa (bien lo venden la Premier League o la Bundesliga, quizá no sea tan cierto pero se esfuerzan más), se han ceñido a un capitalismo de lentejas, en el que cualquier idea que las aproxime al aficionado o humanice el fútbol es muy costosa y es inabordable. Si no las quieres...
En el Atleti las explicaciones fueron breves y se impuso el cambio, con alguna vaga promesa de consulta posterior. Lo importante es ser del Atleti, todavía hoy lo remarcan los propietarios, de la misma forma que hablan de la multitud (falsa) de escudos que ha tenido el club en su historia. Pero sólo por eso el (¿gran?) trabajo técnico pierde su valor y sin dejar de responsabilizar al autor, la culpa es de los que compraron el producto y lo colgaron en la fachada, en el mástil del banderón y en las camisetas.
¿Qué nos queda a los aficionados, socios, abonados y simpatizantes/clientes? O bien la aceptación por resignación o al rechazo por rebeldía. El tiempo juega a favor de los dueños, divide y vencerás. El club es suyo y toman sus decisiones. Eres menos del Atleti si no tienes los productos oficiales o te dedicas a hacer falsificaciones... La protesta perturba la paz social y va en detrimento del rendimiento deportivo del equipo.
Con el paso de los años todos dimos la lucha por perdida. Pero la SAD cometió el error de aceptar la llamada camiseta de los meandros del Manzanares. Y un verano sin mundial, con la contracamiseta y con Despierta Atleti provocaron la llegada de la comisión social. ¿Un nuevo intento de ganar tiempo? ¿Les comprarán/blanquearán? Pues el tiempo les ha dado la razón aunque su mecánica fue lenta y parecía errática.
El caso es que 40 años después la afición ha sido consultada. Por internet, en fin de semana, sin carácter vinculante, 61.021 socios aparecieron para pedir eso que parecía ser la petición de 30 locos en redes sociales y de ciertos sectores de la grada durante los partidos llegando a la huelga de animación y al llamado mal rollo.
¿Volverá el escudo? Quiero pensar que no va a pasar nada raro en esta segunda consulta y que recuperaremos nuestro escudo, nuestra identidad. Agradezco el esfuerzo a todos los que han trabajado sin descanso en estos años contra la desidia y la resignación. Todos, los que llegamos tarde, los que apenas hemos comprado productos oficiales o los que lo dieron por normal lo vamos a disfrutar. Hay que seguir luchando.
En fin, un abrazo del Abu, Aupa Atleti.
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