Mañana estaré en las Gaunas para vivir un nuevo derby. No me faltan ganas. No me lleva la inercia. No me desanima la constante llegada y marcha de jugadores prometedores o incluso la muerte de puntales como el presi Eduardo, el eterno capitán Miguel Ledo... tampoco puedo decir que tengo la misma ilusión que cuando me avisaron que esto iba adelante aquel invierno tras la incomparecencia del histórico CD Logroñés (el del gol en las Gaunas) ante el Tedeón.
Cada día lo veo más difícil. Ya lo glosé en La triste historia del fútbol en Logroño (o La Rioja), el contexto es muy desfavorable y la afición de Logroño (y la Rioja, me temo) está muy alejada del fútbol en directo, en el campo. Siempre llueve y hace frío, salvo cuando aparece por Logroño un rival vasco de primera en Copa o cuando hace sol y hay promoción de ascenso. Ya no me queda idealismo de reserva para pensar que pueda haber un día en que alguno de esos aficionados que se quedan en casa o en el bar viendo la Champions o la primera división puedan darle una oportunidad a los actuales proyectos.
Así que, además de explicar esto hasta aburrirme a los que hablan de fusiones en redes o en actos públicos, me quedo con lo que hay. Dos equipos diferentes, con mayor o menor acierto y medios, batiéndose el cobre cada temporada ante muy pocos espectadores, para los que podría haber. Mañana cantaremos juntos el himno del histórico en el minuto 40 y luego el verde y la pelotita dirán quién se va a casa contento y quien enfadado, aunque sólo sean tres puntos.
A pesar de ser un derby con poca historia, no deja de tener interés deportivo y generar curiosidad. ¿Se confirmará la buena racha de la UDL? Parece que ha aparecido la euforia cuando no hace tanto se escuchaban muchas quejas sobre el proyecto y los supuestos errores de siempre. Mi consejo a la acera de enfrente es el de siempre. No hay negro ni blanco. Ese componente agonías que tenemos todos los aficionados no puede pesar más que el trabajo de los profesionales.
En cuanto a los míos, estoy tranquilo. Es imposible tener un equipo estable cuando tu proyecto es tan humilde. Son ya muchos casos de jugadores cuyo potencial no se veía y explotan, pero como podéis ver en la foto que he encontrado en google por casualidad pueden acabar hasta en el vecino o en categorías superiores. Un año más, veremos si sirve para pelear por el ascenso o al menos mañana, se ha acertado para hacer grupo.
El mayor problema es la lesión de Dani Fernández. Todos dudábamos pero al chaval no le faltaban ni ganas ni brega. Y ha metido sus goles, pero el puñetero cruzado ha tenido que aparecer. ¿Moha?, ¿San Martín?... Es la pega del equipo, pero con pocos medios encontrar gol es lo más complicado. Pero tampoco es fácil tener un equipo ordenado y bien plantado y creo que por ahí va el trabajo de Adrián Cantabrana en eso no tengo dudas. Es más voy tranquilo. Desde atrás se construye y a partir de ahí que salga la magia.
El lunes trataré de escribir sobre lo visto. Hasta entonces hormigueo en el estómago, ese viaje que me ilusiona aunque sea para volver al rato, los amigos con los que compartiré previa y grada y de los que me despediré con la promesa de volver más pronto que tarde, esa tierra de la que siento que formo parte sin haber nacido ni pasado más que fines de semana, festivos y vacaciones, y recuerdos como ese derby en plenas fiestas de San Mateo.
Para los míos, por si se dejan llevar por el desánimo, les dejo aquello que aprendí de la Demencia, esos grandes sabios que siempre están con el Estudiantes, el valor de la inconsciencia (aunque personalmente creo que la cosa está más igualada de lo que parece):
LO VEO TAN CHUNGO, TAN REMATADAMENTE DIFÍCIL... QUE ES POSIBLE.
Un saludo del Abu
(Nos vemos mañana por Logroño si nada se tuerce)









