martes, 16 de mayo de 2023

Nuevo viaje, otra temporada que se acaba


Con todo el asunto personal que llevo era lógico que lo más importante de lo menos importante se quedara aplazado. Me vuelve la vida cada vez que hago esos kilómetros de carretera que van de Madrid a Logroño (y un poco más si paso por el Camero Viejo). Siempre vuelvo a casa a rastras, y más veces de las que quisiera lamentándome porque se ha perdido o no se ha podido ganar. Todo se matiza por los buenos ratos con los talibanes, los del exilio y la demás fauna que puebla las Gaunas cuando nuestro Logroñés (tengo que dejar de decir esedeele) juega en casa. Gracias a todos por recibirme como uno más en la previa y en ese bendito gol norte. Si ya encima llevas buena compañía en el coche y aguanta la turra con una sonrisa permanente ya ni os cuento (gracias Patxi).

El año se termina. El objetivo se ha conseguido. Viendo la clasificación me he dado cuenta que con este empate estamos salvados matemáticamente. No sirve de mucho, porque de facto ya lo estábamos y de hecho hace semanas que pensamos en el play-off de ascenso o al menos en la Copa. El equipo ha cumplido con creces y sigue compitiendo. En la distancia he podido ver los últimos partidos, los primeros rumores sobre salidas y las dudas de si el equipo seguía compitiendo o si tal jugador ya estaba marchándose.

La realidad es que seguimos compitiendo. Ha habido partidos duros y difíciles. Ha habido errores y derrotas. Pero todo se compensa con la victoria de Soria y el buen sabor de boca y la lucha demostrada ante Real Sociedad y Amorebieta. Se empató, sí. Se pudo perder, también. Pero el equipo sigue esforzándose y compitiendo. Eso que Raúl Llona llama ser reconocible. Las dudas pueden ser razonables pero hay 13 victorias, 12 empates y 11 derrotas. ¿Quién no lo habría firmado en julio con el grupo ya compuesto cuando buscábamos 5 rivales que fueran a quedar detrás nuestro? Tampoco se jugó mal ni mucho menos en las derrotas en Castalia y en el Johan Cruyff.

Habrá tiempo para individualizar. Pero yendo a las tendencias casi todos los jugadores han dado mucho. Debemos ponderar las lesiones de Jero, Madrazo, Manny y Diego Esteban. No olvidemos los partidos que se ha perdido Ángel Sánchez. Volviendo a Madrid tras el partido, pensábamos en Caneda. En este año parece haber cumplido cinco o diez. Los rivales y su vigor y juventud cuentan, pero seguramente todo se debe a la seguridad que se le ha escapado por esos malos momentos. La misma que ha ido ganando Jero o Monreal a pesar del inicio de temporada. Tal vez Córdoba podría mostrar más continuidad más allá de partidos puntuales. Quién sabe qué ha pasado con Castri… con jugadores cuyo rendimiento ha sido constante. Pero el conjunto ha funcionado. Repito, habrá tiempo para individualizar.

Sobre lo vivido el domingo, tengo que reconocer que el Amorebieta va a volver a ascender. Una previa muy grata con sus aficionados y un equipo de recursos humildes. No tengo nada en contra de los demás equipos, pero es muy parecido a nuestro Logroñés en cuanto a masa social y gestión. Así que anima a seguir. Deportivamente no empezaron bien, pero es un equipo duro que ha llegado al final de temporada en el mejor momento de juego. El domingo lo demostró sobradamente. Grandes equipos vinieron a las Gaunas estando arriba y mostraron su calidad pero con juego bastante rácano y casi ninguna personalidad. No fue brillante el Amorebieta, pero ciertamente presionó bien y supo encerrarnos sobre todo en casi todo el primer tiempo. No crearon grandes ocasiones, pero controlaron y tuvieron sensación de peligro.

En cuanto a los nuestros, les costó pero se sobrepusieron. El centro del campo no fue el habitual. Mucho trabajó defensivamente y en la creación Jordi Ortega. También bregó Emilio. Me pareció que estaban más desconectados Diego Esteban y Alain Ribeiro. De hecho hay quien dice que este último estuvo muy bien, está claro que se me escapan detalles. La defensa estuvo seria. En la segunda parte las cosas cambiaron y empezamos a llegar a la vez que el Amorebieta dejó de hacerlo. Sus aficionados sólo volvieron a cantar tras su gol, ni siquiera sonaba la carraca. Me encantó la salida de Ángel Sánchez. En el Amorebieta Mier sostenía la defensa y aparecía en todas las incursiones y contras.

Igual que tengo la duda en ese penalty que pudo ser de Víctor en la primera parte, creo que el supuesto empujón a Monreal es legal. Jero de hecho pifia en la salida. Una pena, no había habido ningún peligro desde antes del descanso. El equipo notó el golpe pero siguió intentándolo. Tenía que ser un balón parado, pero no un corner, un saque de banda de Samanes, y el despeje a la frontal para que Monreal metiera esa volea sin pensar. De esas que entran o rompen un cristal fuera del estadio. De esas que saben a victoria aunque no lleguen los tres puntos. Seguramente no hubiera llegado otra oportunidad. Imagino que Julen (gracias por ese privado cuando tanto lo necesitaba) empezó a darse cuenta de lo que había hecho tras los abrazos de sus compañeros.

El resultado me pareció justo. El Amorebieta demostró por qué va a cerrar su ascenso directo y nuestro Logroñés por qué mil y pocos aficionados gritan “este equipo nunca se rinde” sonando como si lo hicieran el doble. El play-off se aleja, la Copa va a haber que ganársela ante Intercity y Baleares. Pero lo importante sigue siendo la sensación de solidez y de garra.

No podré estar. Pero no se me va de la cabeza todo lo vivido. Gracias a todos los que seguís haciendo posible este sueño. En el verde, el banquillo, los despachos y en la grada cada partido. Vosotros sois los importantes. Yo sólo me dejó la voz un rato y me cuesta la siguiente semana recuperarla. Lo demás se recupera con un rato de sueño o se consigue pagando el combustible en una gasolinera o comiendo unos torreznos por el camino o con una buena mesa en gran compañía en destino.

Un saludo a todos del Abu