No es que a estas alturas, tras lo comentado, celebrado y disfrutado, tenga tentación alguna de renegar del triunfo en la Copa. Todo lo contrario. Sin embargo, la historia, el corazón y qué diablos, las ganas que le tengo al vecino, me hacían soñar con una victoria como la de ayer (bueno, la goleada, tendrá que esperar, no se puede tener todo en la vida). Una victoria desde el curro, desde la táctica, desde jugadores que se sepan hombres y no nombres y que no ofrezca dudas por tal o cual decisión arbitral o a la vista de las ocasiones, sobre todo las que se fallaran.
Han sido catorce largos años, que se rompieron en la Copa, pero con la sensación de que fue ese partido que se gana una vez de cada cien. El de ayer no, porque es el partido que nos devuelve a los aficionados a aquello que había antes. Un Atleti que jugaba de igual a igual al Madrid, olvidándose de la tabla del momento y que el Madrid temía. Que normalmente ganaba y que a veces perdía pero que siempre tenía que sufrir y esforzarse. Estos últimos años han sido insufribles por esa desigualdad. Necesitábamos ganar, dar la campanada, pero también recuperar el orgullo.
Me vienen a la mente unas declaraciones de Antic sobre el juego de este equipo. Algo sobre el estar esperando al rival... el partido de ayer y lo que llevamos viendo desde agosto, dejan claro que en la idea de Simeone no hay sitio para el eterno patadón ni que el único jugador que vale es el esforzado currito. Sólo así puede entenderse, como jugadores como Arda Turan, Koke o Miranda, dotados de bastante técnica estén explotando en esta etapa.
Y ayer lo sufrió el Madrid. Ya el Camp Nou tuvo que callarse en la vuelta de la Supercopa. El Atleti asfixia al rival, lo deja sin ideas y poco a poco se adueña de los partidos. Hasta ahora desdeñaba la posesión, porque ya ha demostrado que el partido puede tener un propietario con el 40% de posesión o menos. Ayer no sé qué cifras se dieron, el Atleti bailó al Madrid en la primera parte al toque... sólo nos queda certificar estos partidos con goleadas, pero tal y como va esto, tal vez llegue dentro de no mucho tiempo.
Hoy muchos medios y aficionados quieren las cabezas de Ancelotti o Benzema y no les culpo, la derrota fue dura. Pero del partido de ayer tengo claro que el Madrid, de no haber tenido al Atléti, o al menos a esta versión que estamos disfrutando, más tarde o más temprano, hubiera encontrado a sus ayer atenazados cracks y se hubieran llevado los puntos. Es la puñetera pegada, que tantos defectos tapa y tantas bocas críticas tapa. Pero la verdad del Madrid, es que tiene que superar el post-mourinhismo. Queda mucha liga y repito, ayer había rival.
Del partido no pretendo aportar nada nuevo. Koke y Arda se adueñaron de la pelota y Diego Costa fue una pesadilla. Pero hoy quiero ser justo con dos jugadores sobre los que tengo dudas. Thiago, por llevar años sin demostrar más que intermitencia, fue la base del trabajo del Atleti, poniendo esa calidad que Mario tal vez no tenga y Villa, que todavía se está adaptando y que ayer se fajó para dejar los huecos a Diego Costa. El resto del equipo no desentonó, por encima de aquellos que hoy llenan las portadas, lo gordo está en el equipo.
Y como corolario, recomiendo (ir a rueda de prensa completa en youtube) la rueda de prensa del Cholo tras el partido. Son nueve minutos en los que se da un ejemplo de honestidad, humildad y honradez. Sobre todo en cuanto a las preguntas sobre la candidatura al titulo de este equipo.
Nada más. Al fin y al cabo son sólo tres puntos. Y el partido de Champions con el Porto está ahí, así que no se puede estar en Neptuno perennemente.
Un abrazo del Abu
Jesús